Basado en Marcos 14:1-9
«…está ha hecho lo que podía, porque se ha anticipado a ungir mi cuerpo para la sepultura»
Marcos 14:8
En los versículos anteriores, se muestra cómo se estaba tramando la muerte de Jesús. Su destino era inminente e inevitable, ya que era parte del plan de Dios. Posteriormente, vemos a María, la hermana de Lázaro (Juan 12:3), quien previamente se había sentado a los pies de Jesús para escuchar sus enseñanzas. En un acto significativo, derrama un costoso perfume sobre la cabeza de Jesús. Esta acción fue criticada por los discípulos, quienes la consideraron un derroche innecesario. Sin embargo, Jesús les responde, señalando que ella ha hecho lo que pudo. María no podía evitar la muerte de Jesús, su maestro, pero sí podía prepararlo para su sepultura.
Este relato nos invita a reflexionar sobre cuántas veces nosotros mismos hemos dejado de hacer lo que podemos con lo que tenemos por intentar hacer lo que no está en nuestro alcance. Es esencial hacer un análisis de los recursos que tenemos a disposición para ofrecer a Jesús y utilizarlos de la mejor manera posible. No importa si lo que damos parece ser poco o mucho, lo crucial es ofrecer lo que tenemos y lo que realmente podemos ofrecer con sinceridad y entrega.
En resumen, la historia de María nos enseña que hacer lo que podemos con lo que tenemos es significativo para honrar a Dios, independientemente de la magnitud de nuestra contribución. Lo importante es la sinceridad y la disposición de ofrecer lo mejor de nosotros mismos en servicio a Dios y a los demás.
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